Poner un arnés en un perro puede parecer un poco complicado al principio, pero siguiendo estos sencillos pasos podrás hacerlo fácilmente:
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Selecciona el arnés adecuado para el tamaño y la forma de tu perro. Asegúrate de que el arnés sea ajustable para poder adaptarlo a las medidas de tu perro.
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Coloca el arnés sobre el perro, con las correas hacia arriba. La parte superior del arnés debe ir en la espalda del perro, con la parte inferior en el pecho.
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Pasa las patas del perro por las aberturas del arnés. Si el arnés tiene varias correas, asegúrate de que todas estén en su lugar.
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Ajusta el arnés para que quede cómodo, pero seguro. El arnés no debe estar demasiado apretado ni demasiado suelto. Asegúrate de que puedas pasar un dedo entre el arnés y el perro para garantizar que no esté demasiado ajustado.
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Abrocha las correas del arnés en su lugar. Asegúrate de que estén bien ajustadas para que el perro no se escape.
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Prueba el arnés caminando con tu perro. Asegúrate de que el arnés esté bien ajustado y no se deslice o se mueva mientras caminas.
Recuerda que la seguridad y el confort de tu perro son lo más importante al elegir y ajustar un arnés. Si tienes alguna duda, consulta a un profesional de la tienda de mascotas o a un entrenador de perros para obtener más orientación.
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